Jueves 29, Agosto 2019
Por Dra. Paula González Maya,
Médico, Especialista en Epidemiología
Directora de la Agencia Costarricense
de Investigaciones Biomédicas (ACIB-FUNIN).
Hace más de 10 años, varias personas compartimos el sueño de tener una sede propia para el Proyecto Epidemiológico Guanacaste, a la medida de nuestras necesidades, capacidades y sueños. Rolando empezó con esa locura, y salimos a hacer lo que mejor sabemos hacer, investigar y examinar todas las opciones. Buscamos lotes y edificios; nos reunimos con universidades, inversionistas y expertos.
Consultamos y nos dimos cuenta de que no era el momento, sin embargo, como resultado de este esfuerzo, logramos las instalaciones en el complejo industrial Solárium, –que por más de 10 años nos ha albergado, donde aprendimos y crecimos. Pero el ideal de tener nuestras propias instalaciones, quedó sembrado en el corazón.
Un día, hace cuatro años, Bernal llegó a buscarnos, a Charles y a mí, porque el entonces diputado Johnny Leiva, le habló sobre un nuevo centro de ciencia y tecnología que la Universidad EARTH, con sede en La finca La Flor, en Liberia, quería desarrollar, y ofreció hacernos el contacto para conocer nuestro interés.
Fue así como Charles, Bernal y yo, nos reunimos por primera vez con don Carlos Murillo y don AlexMata, directores de la Universidad EARTH y nos dimos cuenta de lo conveniente que sería, para ambas instituciones, que tuviéramos nuestras instalaciones en este entorno, inmerso en el plan de un centro científico y tecnológico, con otras instituciones y empresas con objetivos similares. Pero el camino no era fácil. Sin embargo, asumimos el reto y empezamos la labor de convencimiento.
Primero: decidimos convencer a la Junta Directiva de la EARTH, sobre la conveniencia de nuestra presencia en dicho centro de ciencia y tecnología, de manera que nos dieran condiciones especiales, para poder acceder al terreno.
Así que invitamos a don Pedro León, miembro de dicha junta, por su trayectoria como científico, su prestigio y experiencia como investigador, a conocernos. Le presentamos nuestro trabajo y logros, y don Pedro se convirtió en nuestro vocero y promotor, y fue así como logramos que la EARTH nos diera condiciones muy favorables para adquirir el terreno.
El segundo paso fue convencer a la Junta Directiva de FUNIN, sobre la conveniencia para ACIB, de tener nuestras propias instalaciones en el parque tecnológico de La Flor. Este proceso tampoco fue sencillo, pero Charles hizo un enorme esfuerzo, y con el apoyo del rector de la EARTH de ese momento, don José Zaglul y de don Carlos Murillo, logramos que los miembros de la Junta Directiva de FUNIN, se comprometieran, y la Dra. Concepción Bratti asumió el liderazgo de apoyarnos en este proyecto.
También, decidimos trabajar con nuestros colaboradores principales: el Instituto de Cáncer de Estados Unidos, para que ellos también vieran la conveniencia de la iniciativa, y nos dieran su apoyo. Fue así como Allan Hildesheim y Aimee Kreimer, se han constituido en un gran soporte en todo este proceso.
Con todos los actores convencidos y comprometidos, empezamos la lucha por conseguir el financiamiento necesario, para desarrollar el proyecto. Esta tarea titánica la lideró Charles.
Juntos, visitamos varios bancos; la banca para el desarrollo y otras entidades públicas, tanto nacionales como internacionales, en largas sesiones, donde presentábamos nuestro trabajo científico y administrativo. Finalmente, Charles consiguió una mezcla de financiamiento interno y, otra parte, con excelentes condiciones crediticias con el Banco Popular y de Desarrollo Comunal.
Entonces, vino todo el proceso de diseño y contratación de la empresa creadora y constructora. Se seleccionó, luego de una licitación privada a la empresa NorteSur Arquitectos, quienes desde el inicio, se comprometieron, fuertemente, con nuestro sueño. En agosto del 2017 se presentó a la asamblea de patrocinadores de FUNIN, el plan general, y vimos las primeras imágenes de este sueño.
En este proceso, hubo una participación enorme de muchas personas, pero en particular, del equipo coordinador de ACIB: Carlos Ávila, Cristian Montero, Carolina Porras y Bernal Cortés, invirtieron muchas horas, definiendo nuestras necesidades y requerimientos, y trabajando con el grupo de arquitectos, para lograr el diseño ideal del edificio.
Carlos y Bernal, también tuvieron que trabajar muchísimo con asesores externos, para definir los requerimientos necesarios para desarrollar un centro de datos del más alto nivel, así como el laboratorio de genética de punta que tendremos.
Luego vino toda la coordinación con la empresa constructora y los proveedores. Proceso que Charles ha liderado, de manera impecable, para que la construcción sea un éxito y se cumpla en el tiempo estimado. No menos importante, ha sido el proceso de planificación, coordinación y ejecución del traslado a las nuevas instalaciones, sin que se afecte el trabajo diario.
Tarea titánica que ha coordinado FUNIN, con la colaboración de tantos compañeros: Karla Coronado, Carlos Ávila, Jean Cyr, Bernal Cortés, Michael Zúñiga, Gravin Cambronero, Gabriela Romero, Julio Morales, así como el equipo de mudanza, quienes han cuidado cada detalle, para garantizar la seguridad y confidencialidad de la información, tanto documental como electrónica, la cadena de frío de las muestras biológicas, vacunas y reactivos, así como el traslado seguro, y la calibración y cualificación de los equipos de cómputo, los del repositorio y de los laboratorios.
Un enorme reconocimiento para todos los que creyeron y aportaron a este logro, los que mencioné y los que haya omitido involuntariamente. Ahora viene el reto más importante: hacer el mejor uso de estas instalaciones, para promover la investigación de alta calidad nacional, motivar y atraer investigadores, para que trabajen con nosotros, y para que explotemos nuestros recursos, los diferentes laboratorios, el bio-banco y el centro de datos.
Aquí veremos materializarse otros sueños, que ya están en camino, tales como la culminación del estudio ESCUDDO, que tras reclutar y vacunar a más de 24 000 adolescentes y jóvenes, podría demostrar que, una sola dosis de las vacunas contra el VPH, es suficiente para prevenir el cáncer de cérvix.
Igualmente, la realización de nuevas investigaciones sobre el cáncer gástrico, cáncer de mama, insuficiencia renal crónica, y estudios sobre diversas enfermedades y sobre la salud de los costarricenses. La implementación de nuevos laboratorios de genómica y la obtención de certificaciones de calidad.
Con la presencia de estudiantes, de todas las edades, e investigadores de diversas partes del mundo, este centro de investigación será, también, un centro de formación de nuevos investigadores, un punto de encuentro y colaboración con la academia, una institución al servicio de la ciencia y el bienestar del país y el mundo.
Hoy, celebramos la materialización de un sueño de 10 años, parte de una historia que empezó hace más de tres décadas. Celebremos, pues, este hito en la historia de ACIB-FUNIN.
Felicitaciones a todos, y que venga lo mejor.
¡MUCHAS GRACIAS!